¿Te imaginas que el asiento y el cinturón de tu coche detectasen tu cansancio?
Pues el Instituto de Biomecánica (IBV) ha conseguido desarrollar un prototipo plenamente funcional e integrado en textiles capaz de anticiparse a la fatiga física con el objetivo de reducir el número de siniestros relacionados con el cansancio.
El dispositivo es capaz de medir la frecuencia cardíaca y la respiración del conductor, monitorizando estas actividades físicas con el fin de prevenir la somnolencia y la fatiga al volante. Funciona a través de un sistema de sensores integrados en la cubierta del asiento y en el cinturón de seguridad del coche, además de un procesador de datos en tiempo real (SPU – signal processing unit). Todos estos elementos son invisibles para el conductor.
Este prototipo forma parte del proyecto Harken, en el que participan empresas, centros tecnológicos y universidades. El dispositivo ya ha sido testado en circuito cerrado con resultados positivos y se prepara para testar en situaciones reales en breve.
Con proyectos como éste se trata de reducir el número de accidentes de tráfico relacionados directamente con la fatiga. Y es que según datos del eSafety Forum, aproximadamente un 8% del total de los siniestros en carretera tendrían por causa el cansancio: 100.000 accidentes y 125.000 heridos sólo en la UE. No sólo eso: la fatiga estaría presente en más del 20% de los siniestros con víctimas mortales. Unos datos que preocupan y mucho y que tratan de reducirse con sistemas que alerten al conductor cuando de muestras de cansancio, además de con otras medidas, como campañas de publicidad, cambios legislativos o mejoras en las infraestructuras.